1. Necesito una razón más grande que la realidad
La fuerza del espíritu… Si usted le pregunta a la mayoría de las personas si les gustaría ser ricas o financieramente libres, dirían “sí”. Pero entonces se interpone la realidad. El camino se ve demasiado largo, con demasiadas colinas para subir. Es más fácil tan sólo trabajar por el dinero, y luego entregar el sobrante a su agente financiero.
Una razón o propósito, es una combinación de “quieres” y “no quieres”. Cuando la gente me pregunta cuál es mi razón para querer ser rico, la respuesta es unas combinaciones de, “quieres y no quieres”, profundas y emocionales.
Haré una lista con algunos. Primero los “no quiero”, porque de ellos surgen los “quiero”. No quiero trabajar toda mi vida. No quiero aquello a lo que mis padres aspiraban, es decir, la seguridad de un empleo y una casa en los suburbios. No me gusta ser empleado odiaba que mi padre siempre se perdiera mis partidos de fútbol porque estaba trabajando en su carrera. Yo sentí odio cuando mi papá trabajó intensamente toda su vida y, a su muerte, el gobierno tomó casi por lo cual él había trabajado. Cuando falleció, casi ni pudo legar a los suyos todo aquello por lo cual había trabajado con tanto esfuerzo. Los ricos no hacen eso. Ellos trabajan arduamente, y luego pasan todo a sus hijos.